La policía rastrea la red para detectar las direcciones IP desde las que se han descargado archivos ilegales. Estos datos son públicos y la policía no requiere autorización judicial para recabarlos. Sin embargo, sí que debe obtener una autorización del Juez para dar el próximo paso: la identificación del titular de la línea asociada la IP investigada.
Suelen utilizar sistemas como Gnuwatch -vigilante- arma informática de la Policía contra la pornografía infantil en internet. Una especie de GPS capaz de rastrear millones de conexiones día y noche y de localizar, en un mapa, donde se esconden los pedófilos, consumidores de fotos y vídeos sexuales de niños.
No solo busca archivos con nombres de contenido claramente pornográfico, sino que es capaz de rastrear el hash, una especie de ADN o de número de serie único de cada una de las fotos o vídeos que circulan por la red, dado que se ha detectado que muchos usuarios de este tipo de pornografía, cambian los nombres de los archivos para intentar despistar a los investigadores, aunque Gnuwatch es capaz de encontrarlos de todos modos.
El modus operandi de la Policía Nacional es el siguiente, selecciona unas decenas de vídeos o fotos de pornografía infantil de reciente aparición en internet y los introduce en Gnuwatch para que rastree las redes de intercambio de archivos.
Antes usaban la red e-Donkey, ahora es Gnutella, después ocultarán las IP, y también están las páginas privadas, que dan mucho dinero y son muy difíciles de perseguir.
También s utiliza PhotoDNA Cloud Service, un software desarrollado por Microsoft , realiza un chequeo automático” de internet, un escaneado de webs, correos electrónicos o redes sociales, otras de las herramientas utilizadas son “ Hispalis” y “ Nautilus”.
En algunos archivos, la policía introduce unos “señuelos” , de tal forma que al ser descargados esos archivos, dejan un rastro de la dirección IP del ordenador, donde han sido descargados esos archivos que contienen pornografía infantil. Esa es la forma en la que la policía caza a los consumidores de pornografía infantil.
Una vez que el individuo descarga el archivo, la policía solo tiene que seguir el rastro. Una vez que la brigada de delitos tecnológicos tiene una dirección IP, solicita autorización al Juzgado de Guardia , para dirigirse a la compañía que presta los servicios de internet de ese individuo, a fin de localizar a la persona física del titular, y la dirección.
Una vez localizado el titular de la IP, la policía vuelve a pedir al Juez de instrucción en servicio de guardia, para que autorice la entrada en el domicilio del titular de la IP que ha descargado ese material pedófilo, hecho que suele llevar poco tiempo.